martes, 28 de abril de 2009

Carta de un corazón playdo.




Aquí una carta que escribí hace tres años... una de esas muchas que nunca fueron enviadas, pero que si conservé, una de esas tantas que solo Dios sabe si fueron leídas por la persona indicada.

Amor:

Eres lo más hermoso que existe, me muero por tocarte pero no lo hago por miedo a lastimarte, eres como magia que se mueve, una canción un par de velas y las estrellas. Amor hay tanto que quisiera decirte tanto que no sabes, que muero por cuidarte, por abrazarte; por protegerte de todo aquello que pueda herirte, que mi ilusión es tu felicidad y lo que más anhelo es despertar a tu lado. Que no hay recompensa mayor para mí que ver tu sonrisa antes de ir a dormir.
¿Sientes eso mi amor?, ¿Sientes como el ritmo de la noche y las cálidas olas arropan y endulzan nuestra vida?, nuestro amor, nuestra velada eterna, esa que nunca termina; cuando decidiste abrazarme y no dejarme ir, cuando aun siento tu pecho junto al mío, nuestros suspiros… te amo, ¡Te amo!
Toma mi corazón, que no hay otra cosa que pueda darte, es tuyo lo entrego a ti que eres lo más hermoso, lo más perfecto para mí, lo entrego ahora y para siempre, para que te acompañe aunque no estés a mi lado, para que te de aliento de vida cuando te falte.
¿Recuerdas mi amor, esa canción?, esa noche de dulce locura, ¿Recuerdas mi vida ese aroma?; el aroma de nuestro amor... como chocolate.